¿Están fallando los edificios de las grandes estrellas arquitectónicas?
Grandes fallos arquitectónicos en el mundo
Edificios de las grandes estrellas arquitectónicas, como la del arquitecto Rafael Viñoly en Londres, donde unos periodistas dejaron frente a una fachada ideada por él en Ferchurch Street, una sartén con un huevo y consiguieron que se friera ya que algunos días había reflejado los rayos solares que llegaron a deformas las carrocerías de coches aparcados, hacen que nos hagamos esta pregunta. Aunque el arquitecto admitió el error las aclaraciones no fueron suficientes y se cubrió las espaldas “culpando” a la burocracia del país vecino. No obstante, este no era su primer “error” ya que un hotel también obra suya sufrió otro problema similar en Las Vegas y esta vez apeló al cambio climático.
Muy pocos edificios se libran de polémicas que cuestionan la naturaleza funcional de la arquitectura y muchos problemas sacuden a los arquitectos estrella, ya sea, calentamiento global aparte, por el alto número de encargos o porque asumen demasiados riesgos.
Cierto es que los problemas constructivos son inevitables en el diseño de espacios complejos pero ello no justifica nada. ¿Hasta dónde merece la pena arriesgar? En arquitectura se arriesga para conseguir nuevas tipologías, lograr formas inesperadas o ensayar nuevos materiales y son las formas sorprendentes y los materiales innovadores los que concentran más problemas. El sol y el agua están detrás de muchos de los problemas de los arquitectos.
Sonados fallos arquitectónicos han salpicado a figuras como Frank Gehry (tuvo que lijar la fachada del auditorio Disney de Los Ángeles ya que este provocaba el calentamiento de los inmuebles del vecindario), Renzo Piano y Peter Walker( el Nasher Center en Dallas también peligra por el rayo fulminante, que rebota desde la fachada de vidrio de la vecina Museum Tower y que ya ha quemado varias plantas del jardín que corona la azotea de la galería y amenaza ahora sus contenidos), Rafael Moneo (sus incidencias tienen que ver con el agua y una de sus obras, la embajada española en Washington, diez años después aún le están trayendo muchos problemas), el proyectista Santiago Calatrava (donde tres de sus proyectos, la pasarela Zubi-Zuri de Bilbao, Vistabella en Murcia y un gran puente sobre el canal de Venecia, tienen un pavimento común de losetas de vidrio que resbalan al humedecerse y se rompen con frecuencia).